Cuando nos ponemos en marcha a la hora de crear nuestro primer blog o web, lo que menos nos preocupa en principio, es el color. Las plataformas gratuitas ya nos ofrecen sus plantillas diseñadas con los colores que ellos eligen y consideran, además nos facilitan la posibilidad de utilizar paletas de colores complementarios.

Para aquellos que vamos introduciéndonos en este ámbito e intentamos aprender de manera autodidacta, no nos queda más remedio que acudir a internet y buscar talleres, tutoriales y cursos, relacionados con los temas que más dudas nos generan. Buscamos algo relacionado con el nivel que pensamos que ya tenemos. En Youtube podemos encontrar de todo, pero claro, la transmisión de conocimientos es algo a tener muy en cuenta y no todos somos capaces de hacerlo de forma clara y aprovechable, por lo que yo, en particular, busco siempre lo que considero más sencillo para después ir incrementando la dificultad.

Alguna vez me ha pasado que he cambiado de ordenador de forma puntual y cuando he querido saber el color de una imagen, he tardado un buen rato en encontrar cómo hacerlo. Yo trabajo con un mac algo antiguo y por defecto cuenta con el Medidor de Color Digital. Según tengo entendido, las nuevas versiones de mac ya no lo incorporan entre sus apps por defecto y aunque tanto Photoshop o GIMP pueden servir, no solemos tenerlos instalados en todos ls equipos.

Cuando comencé a dar forma a Grúa Informática, uno de los primeros pasos que me planteé fue el color que debería predominar. Una vez elegido ese color, había que decidir cuales iban a ser los colores de las diferentes áreas que formarían este espacio. Fue así como comencé a interesarme por el tema "color", algo que nunca antes me había planteado y que me dejó realmente sorprendido por lo amplio y rico que supone este campo.

Photoshop es esa herramienta relacionada con la fotografía, de la que siempre oímos hablar, pero que en general ni siquiera nos asomamos para averiguar su funcionamiento. 

Cuando comenzamos a recopilar todas las imágenes que vamos guardando por ahí, sobre todo las de nuestro pasado más lejano, guardadas en los álbumes de papel y cartón, nos planteamos cómo guardarlas y convertirlas a formato digital  con la mejor calidad posible, incluso quitar esos puntos negros o manchas de humedad fruto del paso del tiempo.

Aunque no tiene por qué ser imprescindible que nuestra web esté configurada aplicando uno u otro color (existen muchas en blanco y negro capaces sobradamente de comunicar lo que sus creadores pretenden), el color nos puede ayudar a transmitir emociones. Elegir la combinación ideal es algo que debemos tener muy en cuenta y a la que debemos prestar la atención adecuada. No todo vale y el exceso de colorines puede conllevar el efecto contrario al que pretendemos.

La objetividad y subjetividad del color, un tema sobre lo que ya se ha escrito mucho, pero que nunca  termina de darnos la respuesta que buscamos. Está claro que cada uno de nosotros percibe el color de diferente manera y que cada color nos transmite diferentes emociones o sentimientos. Por ello, me gusta leer lo que publican otras personas sobre este tema. Siempre encuentro algo que no me había planteado hasta el momento o que refuerza aquello que no tenía claro pero que yo consideraba como importante.

Recupero de mi web antigua este artículo sobre tipografías que en su momento publicó MAY en su blog creativemindly. Hace poco más o menos de un mes, actualicé mi página a la última versión de joomla y debido a mi torpeza, perdí de vista todos los posts publicados hasta entonces. Poco a poco voy recuperando los que me parecen más importantes, aunque en principio daré prioridad a los necesarios.

Cuando nuestra intención es que nuestra página o blog reciba el mayor numero de visitas posible, debemos plantearnos el tema del posicionamiento web, ya sabéis, que al escribir el nombre de nuestro espacio en el buscador, aparezca lo más arriba posible.

Las imágenes son un reclamo para los visitantes, si conseguimos retenerles un poco más, tendremos más opciones de captarles como clientes, amigos, seguidores…

Cada vez es más frecuente la utilización de vídeos para guardar aquellos momentos que queremos recordar o para hacer un trabajo que nos ayude a exponerlo a los demás. La gran mayoría de nosotros tenemos un smartphone y algunos menos, contamos con una cámara de vídeo que nos permite recopilar esos momentos, pero a veces, bien sea por la calidad o la cantidad de las imágenes grabadas, nos gustaría hacer énfasis o recortar aquellas que no queremos que aparezcan.